CAMINAR EN VEZ DE NADAR
Los peces rana son pésimos nadadores. Sus aletas pectorales y pélvicas son más aptas para andar que para nadar, pues tienen aspecto de patas palmeadas (de ahí el nombre que los asocia a los anfibios terrestres), donde los radios hacen las veces de dedos y uñas. Además las aletas ventrales han adelantado su posición y poseen incluso una articulación semejante a un codo que les permite apoyarse mejor sobre el fondo.
Suelen permanecer inmóviles en la misma zona desplazándose rara vez con sus torpes y cansinos pasos que asemejan un galope a cámara lenta. Pero ante una emergencia engullen una enorme cantidad de agua que expulsan bruscamente por los opérculos branquiales, consiguiendo un efecto como de “propulsión a chorro” que les permite despegarse del fondo y avanzar por el agua.
Escrito por Aurelia Artolachipi
Foto: Manuel Campillo
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