martes, 17 de septiembre de 2013

Fotografía del mes Septiembre 2013 - LOS PIOJOS DE MAR.



LOS PIOJOS DE MAR.


Los isópodos son un grupo de crustáceos, cuyas patas están provistas de ganchos con los que se sujetan fuertemente a su huésped. Estos parásitos succionan la sangre y erosionan los tejidos de los peces pues su boca penetran profundamente en los mismos, causándoles debilidad y en casos extremos la muerte. Esta se produce cuando el pez es pequeño en relación al tamaño del piojo y sobretodo cuando uno de ellos es invadido por varios individuos a la vez.

Pueden vivir enterrados en el sustrato e incluso en la columna de agua acechando a sus posibles víctimas. Son capaces de nadar para alcanzarlas y también lo hacen cuando se desprenden de un individuo para aferrarse a otro potencialmente más apetitoso.

Escrito por Aurelia Artolachipi 
Foto: Manuel Campillo

Fotografía del mes Agosto 2013 - EL SALTO DEL PEZ VELA, Istiophorus platypterus.



EL SALTO DEL PEZ VELA, Istiophorus platypterus.


El pez vela vive en las zonas cálidas y templadas de los océanos de todo el mundo. Se llaman así debido a su espectacular aleta dorsal con la que corta el agua como la hélice de los barcos. Esta "vela" abarca casi toda la longitud de su cuerpo y mide mucho más de alto de lo que mide su cuerpo de ancho. Es uno de los animales más elegantes del océano y sobre todo el más rápido en distancias cortas sólo superado por el tiburón mako. Puede alcanzar una velocidad de 30 metros por segundo, unos 110 Km por hora, lo que logra gracias a su cuerpo musculoso y a su aleta caudal rígida en forma de C, idónea para la velocidad. Además se piensa que la prolongación de su mandíbula superior es una ayuda para hender las aguas al favorecer su hidrodinámica.

A menudo se le confunde con el marlín o con el pez espada con los que tiene en común sus espectaculares saltos fuera del agua. Como se aprecia en la foto, una vez en el agua de nuevo, va liberando el aire acumulado en la boca en su visita a un mundo hostil y diferente a su reino marino.

Escrito por Aurelia Artolachipi 
Foto: Manuel Campillo